Entrevista de la editorial Caligrama a la autora


Has estudiado Farmacia y eres especialista en Análisis Clínicos. ¿Cuándo comenzaste a escribir? 

Salvo algún cuento en la adolescencia que no pasó más allá de unas cuantas páginas, empecé a escribir en mi trabajo. La mayor parte de mi actividad profesional ha sido en Ciencia y un científico dedica muchas horas de su vida a escribir, ciencia sí, pero escribir al fin y al cabo, la tesis primero, luego artículos, ponencias, informes… Y cuando mi marido falleció decidí contar su historia, ya en forma de relato más largo, para que nuestro hijo, muy pequeño entonces, pudiera conocer a su padre en el caso de que algo malo me sucediera.

¿Por qué escribes?

Después de darle vueltas a esta pregunta diré que… simplemente porque me gusta. Disfruto y me entretiene enormemente escribir. ¿Cómo si no uno iba a pasarse horas delante de una pantalla pensando, escribiendo y revisando palabras, frases y textos? Luego  hay otros factores, claro, que también influyen: me expreso mucho mejor por escrito, he tenido necesidad en mi trabajo, escribir me ha servido de autoayuda…Cada momento tiene su porqué. 

¿Cómo surge Christine O'Malley y el último argesiano?

Con trece años mi hijo devoraba novelas juveniles y me contagió su interés, hasta que dejó de leer para dedicarse a los juegos on line, como ocurre con todos los chicos. Entonces eché de menos más libros juveniles para comprarle... Y pensé en la necesidad de este tipo de literatura para nuestros hijos. Como la primera saga que leí de niña y me enganchó, fue “El Club de los Cinco”, imaginé una novela de aventuras con adolescentes como protagonistas donde la acción se trasladara a un mundo futurista, de ciencia ficción, tipo “Star Wars”, ideal para dejar volar mi imaginación, y que, además, gusta tanto a los chicos de hoy día. Añadí la trama de misterio como base de la historia y me decidí. Una novela o un libro de aventuras, misterio y ciencia ficción me parece muy buena combinación para un libro juvenil, en este caso para niñas y niños de 10 a 12, 13 años. Aunque creo que también gustará a muchos adolescentes…

Los protagonistas viajan al planeta Ra y poseen superpoderes, ¿qué es lo que más te apasiona de este género de ciencia ficción?

Pensar que algún día lo que describo sea real, que la humanidad llegue a ese nivel de desarrollo tecnológico y evolutivo. Me hubiera gustado vivir en esa época donde se pueda cruzar la galaxia en nave como se cruza hoy el océano Atlántico a bordo de un avión, o tener un robot que le planche a uno la ropa y sea capaz de conversar…, y, sobre todo, ver cómo evoluciona el ser humano como especie. Quizá desarrollemos una actividad cerebral suficiente para llevar a cabo acciones que hoy nos parecen irrealizables, como mover objetos con la mente como hacen Chris y Tom. ¿Quién sabe?

¿En qué te inspiras para crear los escenarios y paisajes de la trama?

Aquí he de confesar que echo mano de todas las películas y series de ciencia-ficción que llenan nuestro día a día y de las que soy una gran fan. La citada Star Wars, Star Treck, Guardianes de la galaxia…, películas como 2001:una odisea en el espacio, Alien, Passengers, Prometheus, Marte… Interstellar me gustó mucho, por citar una de mis preferidas de los últimos años.

¿Qué temas pueblan el trasfondo de la obra?

En un grupo de jóvenes que se embarcan en una aventura entran en juego muchos temas, ¿no? Desde la envidia de alguno hasta el descubrimiento del amor romántico en otro, pasando por el liderazgo de un tercero, el sentido de responsabilidad… Quizá resaltaría aquí la relación de Christine con su padre, que como toda relación entre padre e hija adolescente es algo complicada…y resulta importante a lo largo del desarrollo de la trama. Y también me gusta pensar en la diversidad del grupo que forman los protagonistas: dos terrestres, un gliesiano, un argesiano y un androide. ¡No hay barreras para la amistad!

¿Qué te gustaría conseguir en el lector?

Que se divierta y quiera volver a leer todos los días un capítulo más del libro. Es fundamental el hábito de lectura en los niños y cuánto más podamos retrasar el enganche a los videojuegos en el caso de los chicos, mejor.

¿Cuál ha sido el mayor reto a la hora de escribir este libro?

Quizá el intentar dar una imagen de jóvenes “normales” a los personajes, para que el lector se sienta identificado con ellos. Los protagonistas no son superhéroes. Sí, efectivamente tienen una facultad especial que están aprendiendo a desarrollar en la escuela a la que asisten pero eso no les exime de tener los problemas de cualquier adolescente: dudas, miedo, inseguridad. Por esta razón Natalie no tiene un don especial, pero es muy buena en matemáticas y su papel es clave para iniciar la trama. También, como reto técnico, el escribir partes de los diálogos pensando en un lenguaje juvenil me ha resultado a veces complicado, por miedo a no llegar al nivel correcto y resultar demasiado adulta. No se pueden escribir literalmente las palabras que dicen los chicos entre ellos cuando bromean o cuando se encuentran en una situación de riesgo, por ejemplo. Resulta entonces más complicado el reto de que el lector se identifique con los protagonistas.

¿Cómo recomendarías tu libro a alguien? 

A la madre de un niño o una niña de 12 años le diría que el libro engancha, es divertido y su hijo o hija no querrá dejar de leerlo hasta descubrir el final. Y al niño o niña le diría algo así: «¿Te divierten los misterios? ¿Te gustaría cruzar la galaxia en una nave con tus amigos y tu robot tipo C-3PO? ¿Y sobrevolar montañas heladas a lomos de un tarpán perseguidos por un caza? ¿O ver a Tom comer su extraña dieta gliesiana, transformar el agua en hielo para esconderse detrás de una catarata o fundir la punta de la lengua de un glaciar? ¡Todo es posible en el mundo de Christine! ».

¿Suele servirte algún método de trabajo a la hora de escribir?

No especialmente. Soy una persona organizada y metódica en general. Cuando me siento a escribir un texto por primera vez, tengo la escena pensada con anterioridad, y sé lo que voy a contar. Luego es echar horas de lectura y revisión. Releo y corrijo varias veces el escrito original.

¿Alguna anécdota a resaltar relacionada con el proceso creativo de Christine O'Malley y el último argesiano?

Realmente, no. Sí comentar que cuando tenía las primeras cincuenta hojas escritas tuve que parar durante varios meses mi rutina de trabajo por un problema personal y fue mi hijo quien me animó a continuar porque leyó el texto y le gustó. En cuanto pude retomar la escritura lo hice con muchas ganas e ilusión...  

Termina la fase: Caligrama es…

Una editorial que ofrece una gran variedad de servicios pensados para la autoedición. Resaltaría, como ejemplo, la valoración crítica que hizo el editor del manuscrito al inicio del proceso de publicación. Para mí fue muy importante. Ningún profesional me había hecho una crítica antes y aprendí mucho. De hecho, me enseñó a profundizar en los personajes y a plantearme por primera vez la novela como algo más que un simple relato. Le hice caso y modifiqué casi todo lo que me sugirió. 

 

Preguntas ráfaga

EL ÚLTIMO LIBRO QUE TE HA GUSTADO: “Retrato de una dama”, de Henry James.

UN LIBRO QUE QUIERAS LEER: “Fahrenheit 451”, de Ray Bradbury.

UNA CANCIÓN O PIEZA MUSICAL COMO BANDA SONORA DE TU OBRA: Me ha gustado mucho últimamente la banda musical de la serie “The Mandalorian”.

UNO DE TUS AUTORES PREFERIDOS: G. García Márquez

UNA DE TUS AUTORAS PREFERIDAS: Almudena Grandes

UNA FRASE DE TU LIBRO CHRISTINE O'MALLEY Y EL ÚLTIMO ARGESIANO: Y la respuesta no se hizo esperar: «Si no lo intentas, nunca sabrás si eres capaz».